La periostitis tibial

¿Qué es la periostitis tibial?

La periostitis tibial es una inflamación aguda o crónica del periostio de la tibia. El periostio es una membrana que recubre el hueso. Esta membrana está compuesta por una capa externa de tejido conectivo (que es vascular, fibroso y resistente y se encarga de nutrir al hueso); y una capa interna que se encarga de renovar la estructura ósea.

El dolor ocurre normalmente entre los 5 y los 15 cm por encima del maleolo tibial, en al cara anterointerna de la tibia. Es muy frecuente en corredores. Puede afectar a una o las dos piernas. El dolor es de tipo quemazón. Al principio de la actividad física el dolor es más fuerte y va desapareciendo a medida que seguimos realizando la actividad. No debemos ignorarlo si aparece. Cuanto antes lo tratemos más corta será la recuperación.

Causas.

Existen varias causas. A veces actúan todas al mismo tiempo. Entre ellas están el esfuerzo excesivo o sobrecarga del entrenamiento, cambio de terreno de entrenamiento, mala técnica de carrera, problemas o alteraciones biomecánicos (como por ejemplo la pronación), terrenos duros (asfalto), calzado inadecuado (zapatillas duras o pasadas de kilómetros), etc…

De todas las causas, la más común es la alteración biomecánica como los atletas que presentan pies pronadores.

Diagnóstico.

El diagnóstico principalmente se realiza mediante la exploración. El profesional sanitario en cuestión, en este caso el podólogo, palpará la zona de dolor. Se da una palpación dolorosa y en ocasiones puede presentar “bolitas inflamatorias” a lo largo de la tibia o tumefacción. También puede apoyarse de una RMN o ecografía.

Prevención.

Se puede prevenir la periostitis si evitamos correr por terrenos duros, usamos zapatillas adecuadas al terreno en cuestión, estiramos después del entrenamiento, depuramos la técnica de carrera y corregimos el desequilibrio biomecánico si existiese antes de que cause problemas.

Tratamiento.

Lo primero sería interrumpir la actividad física para evitar agravar la lesión. Podemos aplicar hielo tras el entrenamiento durante 15 minutos. Antiinflamatorios orales y en crema. Vendas semicompresivas en la zona tibial para disminuir las vibraciones. Vendajes neuromusculares. Realizarse un estudio de la pisada para corregir el problema biomecánico que es muy probable que exista si tenemos una periostitis. Fisioterapia, etc….

Si no se trata podemos llegar a tener una fractura de tibia por estrés.

Fractura de estrés de la tibia en paciente con periostitis tibial no tratada

Por lo general esta patología responde bien al tratamiento con soportes plantares de resina o cualquier otro material adecuado y el paciente puede incorporarse a su actividad física pronto.

Paciente con los pies valgos
Tratamiento con soportes plantares personalizados

Si usted padece de esta dolencia, no dude en ponerse en contacto con nosotros y estaremos encantados de ayudarle.

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