En verano cambian radicalmente las condiciones climáticas y debemos tener en cuenta algunos detalles para evitar problemas en los pies.

1- No caminar descalzo en lugares públicos.

En verano es frecuente ir descalzo en zonas públicas donde habitualmente se camina descalzo como los lavapies de las playas o alrededor de las piscinas. Esto aumenta el riesgo de contraer infecciones por hongos o virus (papilomas). Siempre es recomendable usar chanclas para evitar contagios.

2- Hidratar los pies.

El uso de chanclas en verano aumenta la sequedad en el pie, y sobre todo en los talones. En personas de piel seca se recomienda el uso de cremas hidratantes que contengan urea. Su podólogo le recomendará la crema adecuada para su tipo de piel.

3- Usar protección solar en el dorso del pie.

Debemos recordar que la piel del dorso del pie también se expone al sol, y debemos protegerla al igual que la de cualquier otra parte del cuerpo. Los pies son los grandes olvidados a la hora de aplicar protección solar. Recordemos que la exposición solar prolongada aumenta el riesgo de padecer cáncer de piel.

4- Usar calzado adecuado.

Llevar chanclas para todo puede ocasionar la aparición de lesiones. Usa el calzado adecuado para cada ocasion.

5- En calzado cerrado, usa calcetines.

Aún en verano, es recomendable usar calcetines siempre que se use calzado cerrado. El no usarlos aumenta la sudoración del pie y ello puede provocar la aparición de hongos. Es suficiente con usar calcetines cortos tobilleros.

6- No abusar del esmalte de uñas.

En verano se suelen pintar más las uñas. Se recomienda evitar el uso de esmalte de uñas permanente ya que debilitan mucho la uña. Además se recomienda realizar periodos de descanso para evitar dañar la superficie de la uña.

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