Aunque hoy día para ir arreglada ya no es necesario llevar tacones, son todavía muchas mujeres que optan por el uso de tacones para sus ocasiones especiales. El uso prolongado de calzado de tacón puede provocar diferentes patologías a corto, medio y largo plazo.
Cuando hablamos del uso de tacón, nos referimos al uso de calzado cuyo drop sea mayor a 4 – 5 cm. El drop es la diferencia de altura que existe entre el talón y la zona del antepie. Por ejemplo, un calzado puede tener 8 cm en el tacón y 3 cm en antepie, por lo tanto el drop de ese calzado es de 5 cm.


Por encima de 5 cm yo consideraría que estamos provocando efectos a medio y largo plazo. A mayor altura en el tacón y mayor tiempo de uso, mayor son los efectos negativos sobre nuestro cuerpo.
A continuación detallaré algunas de esas repercusiones negativas que pueden provocar los tacones.
Metatarsalgias
Se define como dolor en la zona de las cabezas de los metatarsianos. En términos médicos esto puede incluir diferentes patologías como la lesión del fat pad, lesión de la placa plantar, capsulitis de la metatarsofalángica, fractura de estrés metatarsal, sesamoiditis, neuroma de morton, etc…
Las metatarsalgias por capsulitis o daño en el tejido adiposo plantar quizás sean una de las lesiones a corto plazo más frecuente cuando se usan tacones. ¿A quién no le ha dolido la planta del pie al día siguiente de haberse puesto unos tacones?

Acortamiento de la musculatura posterior
El uso continuado de tacones provoca a largo plazo un acortamiento de la musculatura posterior (gemelos, sóleo e isquiotibiales). Esto se produce porque acostumbramos a los gemelos y al tendón de aquiles a trabajar en una posición relajada, y cuando queremos ponerlos a trabajar en una posición normal con calzado plano, hay mucha tensión y no es cómodo.
Acostumbrar al tobillo y la musculatura posterior a trabajar en posición relajada provoca a largo plazo que el tobillo entienda que su posición normal es esa, y luego no quiere estar con calzado plano.
Este acortamiento es bastante perjudicial ya que predispone a padecer fascitis plantar, tendinitis de aquiles, patologias musculares a nivel de gemelos, sóleo, isquiotibiales. Además el acortamiento posterior, también aumenta el riesgo de padecer metatarsalgias.

Dedos en garra
Debido a la posición de inclinación metatarsal y la dorsalflexión de los dedos, estamos favoreciendo la aparición de los dedos en garra. Los dedos en garra pueden llegar a ser muy molestos porque favorecen la aparición de callos y además aumentan el riesgo de padecer metatarsalgias per se.

Uñas clavadas y ojos de gallo
Normalmente el uso de calzado de tacón, conlleva en mayor o menor medida, la puntera estrecha. Esta, hace que haya menos espacio dentro del zapato y que los dedos estén oprimidos. Esta opresión mantenida provoca a medio y largo plazo problemas como son las uñas encarnadas o los famosos ojos de gallo.

Dolores de rodilla
El uso de tacones aumenta la flexión de rodilla y eleva el riesgo de padecer patologías en la rodilla.

Cambios posturales globales
Debido al cambio en la biomecánica y la postura del cuerpo que se produce con un tacón, el cuerpo sufre modificaciones que pueden generar lesiones. Recordemos que obligamos al cuerpo a trabajar en una posición no natural y esto a corto y largo plazo se nota. Cambios como el aumento de la flexión plantar del tobillo, la flexión de rodilla, la lordosis lumbar, el acortamiento del paso, entre otros, provocan una alteración global de todo el cuerpo con afectaciones a niveles superiores de la columna y cuello.
A todo estos problemas le sumamos otro problemilla mas. Cuando una paciente viene a mi consulta con una dolencia derivada del uso de tacones y se le propone un tratamiento con plantillas, nos encontramos la dificultad de no poder poner una plantilla en un calzado de tacón.
Y si se trata de una paciente que lleva muchos años usando tacones, se le torna muy complicado colocarse un calzado plano o con 3-4 cm de tacón a causa del acortamiento de la musculatura posterior que tiene.
Normalmente estas pacientes no saben caminar bien con un calzado con 3-4 cm de tacón porque su cuerpo se ha acostumbrado al tacón. Por lo que tratar a estas pacientes se vuelve un reto.
Como recomendación personal, no aconsejo el uso de tacones de forma habitual. Pero entiendo que en ocasiones sea necesario. No pasa nada por usar el tacón puntualmente. Lo que no es recomendable es usarlo por largos periodos de tiempo aunque se trate de un tacón bajo de 5-6 cm de drop.
Una paciente que use esporádicamente un tacón de 12 cm de drop tendrá menos problemas que otra paciente que los use de 6 cm pero por periodos largos.
Si usted presenta algunas de las patologías mencionadas no dude en contactar
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